Karen es vendedora ambulante de donas en el puerto de Mazatlán , negocio que empezó en las manos de su padre, el cual inició con este proyecto de vida hace 40 años, y después su hija siguió sus pasos.
Ella asegura que después de que su padre la sacara adelante con este bonito y delicioso trabajo, ella ahora se encarga de seguir adelante y mantenerse día a día con la venta de estos panes.
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“Mi papá tiene toda la vida vendiendo donas, toda su vida desde chiquito, de hecho, él es el famoso ‘Panochero de Mazatlán’”, contó. “Mi ‘apá tiene como que, unos 40 años, entre 40 años vendiendo”.
Karen explicó que, además de mantenerse de este trabajo, también decidió seguir con él para mantener la tradición familiar, porque a su padre ya lo conocen y quiere que el legado siga durante años.
Ella y su hermana salen diariamente a vender en puntos estratégicos del puerto, algunas veces se van al mercado, y otras veces a la playa, pero ningún día fallan al salir. Indicó que desde la mañana hasta muy tarde ella se queda vendiendo, hasta que salga el último pan.
“Pues seguimos vendiendo, la tradición de él, para que se siga viendo la tradición pues, más que nada”, dijo, “Si, yo y mi hermana trabajamos aquí en el mercado”.
Por el momento, Karen y su hermana siguen vendiendo los panes en las calles de la Perla del Pacífico, esperando seguir endulzando a las personas que llegan a su puesto.
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