No les arreglaron el problema del agua en Calakmul, y aparte les quitan para el Tren Maya; así viven en el Ejido 120

La promesa de un nuevo y moderno Acueducto que solucionaría 34 años de escasez de agua tampoco llegó al Ejido 120 en Calakmul .

“Me da muchísimo coraje y sí me indigna porque tenemos hijos”, dijo Laura Álvarez, habitante de Calakmul, Campeche.

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Aquí también estaban esperando el agua, y pensaron que una vez inaugurada la obra por el Gobierno Federal por fin les llegaría, pero ni una sola gota les cayó: “Nuestra esperanza estaba puesta en cierta manera en el nuevo presidente y la cuarta transformación, pero la verdad nos llevamos una sorpresa”, expresó Rosaura.

Y ni les caerá, porque recorrimos la obra de punta a punta. Casi el 80 por ciento está inconclusa: tramos sin perforar, sin meter tubería, zonas donde no se aprecian trabajadores.

“Seguimos sufriendo con el agua porque no está terminado, y el agua sigue viniendo como siempre, cada mes, cada dos meses”, comentó Wilbert.

“Nos sentimos engañados, tristes y también decepcionados”, expresó nuevamente Rosaura. A todo súmele que cuando iniciaron los trabajos del Tren Maya, llegaron miles de trabajadores a la zona, presionando aún más la demanda de agua.

“Teníamos una población de 6 mil habitantes en el municipio de Calakmul, en la cabecera municipal, y llegaron alrededor de más de 6 mil trabajadores. Es decir que, si antes tenía mil litros de agua para mí, ahora lo tengo que compartir con otras personas”, comentó Enrique Rodríguez, ambientalista en Calakmul.

Otro problema es lo que reveló el último estudio ambiental en la zona: 80 por ciento de los cuerpos de agua en Calakmul están en niveles críticos, y esa poca agua que les queda la están ordeñando indiscriminadamente para los trabajos del Tren Maya.

“La obra del Tren Maya necesita agua, y si recorremos las plantas de rebombeo donde está el anterior acueducto, vemos pipas del Tren Maya cargando agua, es decir que, si nos llega poquita agua de por si a Xpujil, nos las quitan en el trayecto de casi 90 kilómetros”, agregó Enrique.

Lo descubrimos primero por aire con el dron de Fuerza Informativa Azteca. Pipas y más pipas extrayendo agua de la propia reserva natural. Luego les llegamos por tierra. El agua donde hay fauna marina, especies endémicas y ecosistemas está siendo succionada por mangueras con un solo objetivo: la construcción del Tren Maya.

Uno pudiera pensar que toda el agua que están extrayendo estas pipas de la reserva natural va destinada a la población, pero lamentablemente no es así. Toda esta agua la llevan en pipas hacia las obras del Tren Maya y aventarla a la tierra para compactarla.

Lo más irónico para el Ejido 120 es que el acueducto prometido está a 100 metros de donde viven. Como aquí no cayó una sola gota de agua, hay que seguir captándola del cielo de manera arcaica

Así le toca fletarse a don Armando, un hombre de 74 años con problemas de cadera y columna, y eso que a él le instalaron su llave y contador de consumo: “Cada 20 días, así viene llegando el agua y de esas veces he agarrado tres veces”, dijo.

Desde hace años en Calakmul solo llueve fuerte 3 de los 12 meses que tiene el año, así que el agua del cielo que alcanzan a captar en estás láminas y tubos, o en estos captadores de cemento, debe cuidarse y administrarse como si fuera oro.

“Fue un fraude no, pero no sólo para nosotros sino para todos, porque cuando ellos dijeron, ‘vamos a inaugurar lo que es el acueducto’, pues, la verdad la mayoría estábamos contentos”, expresó Wilbert.

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