Los panaderos en Culiacán se prepararon con anticipación esta temporada para la venta de pan de muerto y desde septiembre lo empiezan a elaborar, ya que la gente lo pide desde ese mes y la demanda incrementa con el paso de las semanas, hasta este noviembre con el festejo de Día de Muertos. Debido a que es un pan que va en las ofrendas, los culiacanenses lo consumen mucho.
“Pues nos dedicamos al rubro de la panadería repostería aquí en Culiacán (...) Yo empecé a principios de septiembre porque, pues, ya la gente te lo pide y, pues, ya hemos estado vendiendo dentro de 15 piezas por día. Ahí va, ahí va aumentando la demanda”, comentó Luis Iván, quien es panadero en Culiacán.
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El proceso es largo para darle su característica consistencia esponjosa, para darle su delicioso sabor, y añadirle su respectiva azúcar. Pero no sólo eso, también depende del clima para que el pan no se eche a perder. Al menos tres horas son las que se necesitan para su elaboración.
“Tres, tres y media horas. O sea, dependiendo del clima, todo depende la humedad, el calor, pues claramente no hace frío, pero la humedad y el calor, todo depende del leudado del pan”, explicó.
Los olores traen recuerdos, y también los sabores, es por ello que la gente lo aprecia mucho en esta temporada, más aún con ese toque a naranja único del pan de muerto. Luis Iván comparte su experiencia al hacerlos, y dice que recordar es volver a vivir:
“De niño uno comía pan de muerto, y el sabor de la naranja, el sabor les recuerda aquellos días cuando estaba con su abuela y comía, o ir al panteón a congregar a nuestros muertos, a recordarlos, vaya, todo eso lo vuelves a vivir cada vez que hago pan de muerto, pues, recuerdo todos aquellos momentos”, agregó.
Y a usted, ¿se le antojó un pan de muerto?
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