La pesca es un oficio muy humano, pues este trabajo requiere de toda la disposición del trabajador para obtener producto de calidad; Sin embargo, también es un trabajo riesgoso por navegar en altamar.
Pescadores del embarcadero de la Isla de la Piedra en Mazatlán, señalaron no tener algún seguro que los proteja, y que además, no existe ninguna organización que los ampare en caso de algún accidente.
Aseguraron que ellos por cuenta propia deben pagar un seguro, ya que no tienen apoyo de ningún tipo.
“No, nada más el de arriba, no hay seguro aquí", dijo Gabriel, pescador mazatleco. “No, no hay cooperativa, no hay nada (...) Por cuenta propia tiene que pagarlo uno”
“Tiene que ser un seguro personal, bueno, yo que sepa nadie tiene seguro”, señaló Daniel, también pescador.
Estos expertos de la pesca se preparan mental y físicamente para embarcarse, tomando diferentes medidas de seguridad para tener una jornada segura: llevan chalecos salvavidas, linterna, bengalas, entre otros aditamentos.
Detrás del obtener el pescado fresco en los negocios hay un arduo sacrificio por parte de los trabajadores del mar, quienes salen diario a pescar para tener cantidades grandes de producto y poder venderlos a los negocios.
“Pues llevar comida de aquí, hielo, la carnada los que van a la simbra, y pues alimento para uno y aditivos”, añadió Gabriel. “Salvavidas, linternas, luces de bengala, es lo que te pide capitanía”.
En situaciones de riesgo, como lo son posibles tormentas, huracanes, ciclones o lluvia, prefieren resguardarse en casa antes que exponerse, aunque eso les afecte económicamente.
“No, pues te aguantas, te quedas en tu casa. Si está muy duro no, si está feo te la juegas, juegas tu vida”, dijo Gabriel. “De ahí se mantiene a toda la familia, de ahí mismo le da estudios, casa, pobremente, pero ahí se les da”.
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