La vida, da muchas vueltas; un día tienes a tu esposa, tus hijos y vives una vida cómoda, pero en un abrir y cerrar de ojos, todo puede cambiar, incluso cuando menos te lo esperas... Esta es la historia de Máximo.
Memo, cómo también lo conoce la gente, nació en Culiacán , de bebé le diagnosticaron el problema de retinosis, lo cual le ocasionó hace dos años la pérdida de su vista, ya que la retina se fue desgastando con el paso de los años.
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Máximo ha vivido prácticamente toda su vida en la colonia Las Cucas, al norte de la ciudad, hace unos años vivía con su esposa, y sus hijos, pero tras perder la vista, al paso de los días su pareja lo dejó y sus hijos se alejaron de él, por tal motivo, dice sentirse bastante solo y en el olvido.
“Bastante, Juanito, bastante, me siento solo, cómo te puedes dar cuenta, aquí vivo yo, solo y sí es muy complicado”.
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Baño de Máximo
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Máximo
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Vida de Máximo
Las condiciones en las que vive, son precarias
El hogar de Máximo no cuenta con las condiciones necesarias para vivir cómodamente, no tiene un baño decente, no tiene estufa, y ahora en tiempo de calor, no cuenta con aire acondicionado.
“No sirve el quemador, al momento de abrir este tiene fuga para acá y temo que algún día me vaya a explotar, no sirve la válvula, son muchas cuestiones”.
Vende dulces, así se gana la vida
Y para ganarse la vida, Máximo sale todos los días al Centro de Culiacán a vender dulces, cuenta que anteriormente tenía un pequeño estante en una banqueta del Centro, duró unos meses y afirma que lo quitaron sin una justificación, ahora recorre las calles y continuamente se golpea y se cae, ya que las banquetas están saturadas de puestos ambulantes.
“Allí vendiendo dulces Juanito, por las calles, mazapanes, más que nada, es lo que hacemos para tener un sustento y llevar algo a casa”.
Esta es la vida de Máximo y de muchas otras personas, que sin pensarlo lo pierden todo, la empatía de sus seres queridos no aparece y quedan solos en el olvido.
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Máximo pide ayuda
Máximo hace un llamado a la ciudadanía a que se pongan en los zapatos de las personas con discapacidad, de alguna u otra manera, y que recuerden que la vida te puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos.
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