Antonia Castañeda es una mujer que ya tiene 55 años trabajando en el Mercadito ‘Rafael Buelna’, en Culiacán . En sus recuerdos ella platica que primero trabajó en el Mercado Garmendia, pero después se mudó al que hoy sigue siendo su lugar de trabajo.
Ahí tiene su puesto que hasta el día de hoy es de los pocos que quedan vigentes.
“En primer lugar no estaba el Mercado de Abastos y había más movimiento de gente, que todos se acoplaban aquí al Mercadito, tanto a camiones foráneos y toda la persona que tenía sus negocios fuera del mercado, los abarrotitos pues, y ya bajaba gente de la sierra”, comentó Antonia.
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Toda su vida se dedicó a vender, pues asegura que es su pasión, así pudo salir adelante y darles el sustento a sus hijos.
Antonia dice que tiene muy buenos recuerdos de cuando el Mercadito era la sensación. Admite sentir nostalgia de ver cómo ha quedado en el olvido, y destaca que sus ingresos son las personas que bajan de las rancherías en la sierra sinaloense.
“De aquí se acaba adelante a mis familias, gracias a Dios. Yo quiero mucho el mercado, porque cuando estaba también soltera ya trabajaba en el Mercado Garmendia. La verdad es como que es mi vida, el Mercadito”, contó. “Yo hago mi trabajo con mucho amor, porque es lo que me gusta. Ha habido oportunidad de hacer otros trabajos fuera de aquí, pero la verdad no. No, a mí me llama la atención esto”.
Con el paso de los años, Antonia ha visto fallecer a amigos y colegas; gente que estuvo ahí desde el comienzo del Mercadito. Dice que sin duda los recuerda y que seguramente sus clientes fieles también la recordarán a ella hasta el último día.
Con 55 años trabajando en el Mercadito de Culiacán, Antonia no piensa parar; esta es su historia
Antonia no piensa dejar de trabajar aún: “Te encariñas y ellos conmigo también, uno lo siente, mija, uno siente el cariño de la gente de verdad. Y sientes también cuando ya no viene cierto cliente porque ya falleció, cosa de la vida”.
“Como 55 años exactamente, aquí al cañón, con el favor de Dios. Y de los clientes que nos hacen el favor de venir todavía”.
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