Madres rastreadoras en El Fuerte narran el calvario que viven para encontrar a sus hijos

“Yo me llamo Claudia Xóchitl Franques y busco a mi hijo Jesús Guillermo López Franques”.

“Juana Antonia Escalante Barreras, busco a mi hijo Adrián Humberto Escalante Barreras, privado de su libertad el 24 de agosto del 2018".

“Rosa Elvira Cervantes Meza y busco a mi hijo Víctor Ulises Acosta Cervantes, desaparecido el 29 de julio de 2016”.

Con varilla en mano y una pala a cuestas, caminan senderos baldíos entre animales y arbustos, con su intuición como mapa y con el único propósito de encontrar a sus tesoros, que les fueron arrebatados; son las madres rastreadoras del municipio de El Fuerte, que durante diez años han recorrido la zona norte de Sinaloa en busca de sus hijos.

-En 10 años las madres rastreadoras han localizado un total de 468 restos humanos.

-Solamente 100 han sido familiares del colectivo.

-Hay un listado de 2 mil 860 personas desaparecidas.

“Fíjate que cuando iniciamos nosotros éramos 4, 5 mujeres de allá de El Fuerte y justo después de la marcha, ese día el 12 de septiembre de 2014 fuimos 34, luego se fueron sumando, sumando y hoy en día somos más de 600 mujeres las que conformamos el grupo de las rastreadoras”, comentó Mirna Medina Quiñónez, madre rastreadora.

Fue Mirna Medina, que en busca de su hijo Roberto Corrales, decidió caminar miles de kilómetros y localizó cientos de fosas clandestinas para llegar a él; tuvieron que pasar 8 años para que Roberto pudiera estar nuevamente en brazos de su madre, aunque no como ella lo deseaba.

“El 14 de julio del 20217 tuvimos la oportunidad las rastreadoras y yo de encontrar algunos restos de Roberto, no nos quedamos conformes porque sabíamos que teníamos que encontrarlo completo, seguimos buscando a Roberto y a todas las demás personas y el 5 de octubre de 2022 encontramos una fosa donde estaban los otros restos de Roberto”, expresó Mirna Medina.

Pero no todos han tenido la oportunidad de regresar a casa o de ser sepultados en un camposanto; Juana Antonia, con 6 años de imparable búsqueda, solo pide tener información de su hijo Adrián Humberto para poder descansar de tanto sufrimiento.

“Pues sigo con la esperanza de encontrarlo es lo único que me queda, la esperanza de un día encontrar ya sea sus restos, si él ya no tiene vida lo único que quiero es encontrarlo para ya descansar, llevarlo a un lugar sagrado donde él merece estar, porque mi hijo no era cualquier cosa, no era basura para estar tirado”, señaló Juana Antonia Escalante, madre rastreadora.

En cambio, Rosa Elvira aún desea ver a su tesoro Víctor Ulises, visto por última vez en julio del 2016, quien apenas era un estudiante que aspiraba a la carrera de agronomía.

“Ahí truncaron todos los sueños de mi hijo y pues en ese instante no nomas se llevaron a mi hijo, se llevaron a mi familia, se llevaron a mi también porque en ese instante ya nada es igual, todo cambia, la vida de uno da un giro al 100 por ciento”, dijo Rosa Elvira Cervantes, madre rastreadora.

Aunque parezca imposible y en ocasiones gana el desespero, las madres rastreadoras, señalan que, cada búsqueda significa estar un paso más cerca de su familiar, como claudia y su hijo Jesús Guillermo, desaparecido en 2022.

“Me desespera no encontrar nada, quisiera encontrar, hay veces que no, a veces que sí me aparto porque digo ¿dónde estás?... Quisiera que hablara alguien de ahí, hey acá estamos, es un sentimiento que no te puedo explicar lo que siento”, expresó Claudia Franques, madre rastreadora.

Es así como cada vez salen con la misma esperanza que el primer día; sin importar el paso de los años, los rayos del sol o los malos terrenos estén vivos o muertos ellas buscarán hasta encontrarlos.