Estudiantes de preparatoria en Culiacán se prepararon durante tres años para realizar investigaciones científicas con la cáscara del guamúchil, la verdolaga y la cáscara de ajo, con el propósito de reducir costos al consumidor final, además de ser saludables.
Estos jóvenes sinaloenses, se hicieron acreedores a dos premios nacionales por sus prototipos de investigación. Distintivos que recibieron en Puebla y Zacatecas, además de ganar dos medallas de oro a nivel internacional, en Cartagena de Indias, Colombia.
“Los niños comienzan desde el primer año a hacer sus proyectos y bueno prácticamente tenemos ya tres años pues trabajando con estos proyectos. Es una experiencia única porque pues como usted lo dijo, tenemos la fortuna de poder convivir con otras culturas, medirnos en cuanto a educación, la capacidad que tiene Sinaloa de crear estos chicos científicos en pro del mismo estado y del país”, mencionó la coordinadora Dulce María.
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Se sienten orgullosos de haber representado a Sinaloa
Los jóvenes afirman que la experiencia de hacer ciencia y experimentar es una disciplina que lo ha formado para ser jóvenes ejemplares, además de compartir su conocimiento en otros países y hacer relaciones para descubrir el mundo que les espera afuera.
“Pues la principal experiencia por unos conocimientos como los que vienen siendo, las convivencias entre amigos, conocer otras culturas, otros países, otros estados, tanto aquí en Sinaloa como en México o en otros países como en Colombia, que fuimos al doceavo en el encuentro de una americana de grupos comunes y semilleros, en el cual ganamos el primer lugar. Sí es una experiencia muy bonita y agradable, la verdad”, indicó el estudiante científico Jesús.
Los estudiantes explican parte del proceso que los llevó al éxito, con productos que, para otros, incluso pueden resultar hasta desconocidos.
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Un método para inspirar a jóvenes por la ciencia
“Es un desarrollador de productos a base de harina de maíz y harina de trigo enriquecidos con verdolaga, que es una hortaliza infravalorada aquí en la región. Casi no se utiliza más que nada en los ranchos y nos dimos cuenta por medio de los concursos que en la zona sur de México sí se consume con más regularidad, pero aquí no tanto, entonces se buscó una alternativa para poder implementar esta hortaliza en los productos como las tortillas, los tostadas y totopos, igual que los bollitos, los pasteles, las obleas” dijo Valentina, estudiante científica.
Sin duda, la materia prima, más allá de sus productos, es el talento y las ganas de estos jóvenes por trascender.
