Enrique es un hombre alegre que ha llenado de vida los estacionamientos del Mercado José María Pino Suárez en Mazatlán , y es que su oficio es ayudar a los conductores a estacionarse en algún lugar.
Tiene ya años con su trabajo de “viene viene”, el cual ama con el alma, pues servir al público es su pasión, y cree que no sólo es un trabajo, sino un estilo de vida, pues él mismo crea sus propios chalecos, es decir, su uniforme.
“Aquí mismo en el mercado, se trata de que vino un amigo que se llama, que le dicen administrador, y ese administrador pues le dan del ayuntamiento chalecos y andaba repartiendo a los trabajadores de aquí del mercado”, contó. “Y le dije, ‘oye, Arturo, regálame un chaleco, te voy a prometer que lo voy a diferenciar de todos los chalecos’”.
Tiene cuatro chalecos diferentes, los cuales luce cuando trabaja, y precisó que él mismo consigue las cuentas de decoración, las chaquiras brillosas y los listones; las pega o las teje y crea diseños únicos.
Enrique se ha vuelto un personaje en el puerto, y es que muchos que van al mercado lo han visto y lo saludan, además de que se distingue por tan peculiares uniformes.
“Porque tengo 4, y todos los empecé a decorar con diferencias de decoraciones, nombre y, pues, a todo dar porque los fui decorando. Éste todavía lo estoy detallando, todavía no lo he terminado”.
Aseguró que su imaginación lo ha llevado a crear diseños exclusivos que solo él puede portar, y que nació con el don para darles forma, color y su diseño en general.
En algún momento quiso estudiar diseño de modas, pero su vida lo trajo aquí, y es así como hoy en día se gana la vida, pero con mucho estilo.
“Pues, te voy a decir ya no tengo nada de imaginación ni nada de nada, ya lo traigo de arriba yo, pues de decoraciones de cosas que tengo que hacer, ya lo traigo de arriba, la verdad”, dijo.
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Jóvenes no tienen interés en el trabajo debido a los bajos sueldos
