Con una maleta llena de ilusiones llegaron desde la Ciudad de México a Culiacán . Ellos son tres amigos futbolistas que van de ciudad en ciudad, de semáforo en semáforo, de carro en carro, buscando el sustento. Sólo tienen una pierna, pero eso no los detiene para hacer los mejores trucos con un balón.
Su misión, como cada año, es llegar hasta Tijuana y regresar a su hogar. Ellos quieren que los reconozcan como los mejores en el freestyle.
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“Vamos de estado en estado a demostrar que si se puede. Venimos del Distrito”, contó Víctor Hugo Bonilla, jugador de fútbol con discapacidad. “Lo planeamos y venimos podemos estar una semana, dos semanas e irnos otra vez, podemos irnos a Torreón o a Tijuana (...) Lo que es la discapacidad está en la mente y no en el cuerpo”.
Cuando cambia el semáforo a rojo rápidamente se posicionan en el cruce de cebra que se convierte en su cancha, y sus espectadores son los conductores que esperan la luz verde. Al chiflido, empiezan a hacer sus mejores jugadas y trucos, a caracolear con la esférica.
Dicen que extrañan mucho a su familia, pero tienen una misión, la cual está a 24 horas en autobús de Culiacán a la frontera más transitada del mundo. Esa es su meta para regresar a casa. Aún faltan muchos kilómetros por recorrer, pero nada es imposible para ellos.
“Tengo dos nenas, una de 14 y una de 15 años”, contó Víctor Hugo. “Me hablan y me dicen, ‘papá ¿cuándo regresas?’, más que son sus fechas de cumpleaños en las que no estoy con ellas, me dicen. ‘papá ¿me vas a hacer mi pastel?’, le digo, ‘si, hija’, y me dice, ‘no, mejor quiero que estés aquí conmigo’”.
Jugadores de futbol con una sola pierna buscan llegar a Tijuana
Los jugadores esperan que algún día haya más admiración por gente en su condición, y que se les apoye como los deportistas completos que son.
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