De maquillista a barista: el destino llevó a Edith a cambiar de profesión y encontrar su pasión
Nunca imaginó que el café cambiaría su vida: por circunstancias diversas, Edith cambió de profesión y ahora atiende su cafetería, que se volvió una pasión
Edith Millán nunca imaginó que el café cambiaría su vida. La joven culiacanense trabajaba como maquillista en la capital del estado, sin pensar que un día, por circunstancias del destino, se encontraría frente a una cafetería, que se volvería su pasión.
Mencionó que inició desde cero, pero su interés por conocer cada detalle del proceso la llevó a perfeccionarse. Pasó de ser maquillista a barista, y en poco tiempo descubrió que el café se convertiría en su proyecto de vida.
“Pues mira, no era algo que yo tenía planeado, se dio, me gusto, dije: vamos a poner la cafetería a ver qué, a ver cómo nos va”.
Hoy, siete años después, sigue sirviendo con la misma emoción que el primer día, convirtiendo cada taza en un pequeño momento de felicidad para quienes la visitan.
“Yo siempre les digo a mis clientes: valórenme, porque yo siempre estoy buscando que siempre me quede listo, pero tiene que quedar mejor. Y sí, la verdad le ponemos todo el empeño, todo el amor”.
¿Te gusta la capirotada y no sabes cocinarla? Así se prepara al sur de Sinaloa