A solo 10 minutos de Mazatlán, en Palmillas del Conchi, hay un camino que guía a las almas para el regreso al mundo de los vivos: un campo de cempasúchil.
La media hectárea fue sembrada por Julianna Michel Esparza, junto a su familia, quien hace unos meses contaba con girasoles en su espacio y esta vez, para seguir con las tradiciones del país, desde julio continuó con esta flor, la cual es cien por ciento nativa.
Aunque la tradición es comenzar el 24 de junio, Día de San Juan, para Michel Esparza no fue posible por las condiciones climáticas.
“Está llena de aroma, que no nomás es la flor de pompóm, también tiene la flor sencilla que eso nos indica que es una semilla criolla pero ambas flores, muy bonitas pero a la vez llenas de polen para los polinizadores que nos regalan semillas cien por ciento germinables”, contó Julianna Michel Esparza, sembradora de cempasúchil.
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Conseguir la semilla de cempasúchil nativa fue fácil gracias a la ayuda de personas interesadas y conocidos, pues en Sinaloa no se ha desarrollado en floricultura, continuó.
Además de seguir fomentando las tradiciones, este campo tiene el mismo objetivo que el pasado: continuar apoyando al cuidado de las distintas especies de polinizadores.
“Ahora el cempasúchil por su forma y por su color llama mucho a otro tipo de polinizadores si tenemos una que otra abejita pero es mínimo, más bien lo que más encontramos son diferentes especies de mariposas, mariposas libélulas y colibríes, pero las mariposas ha de cuenta que son las favoritas del cempasúchil”, comentó Julianna a TV Azteca.
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