¿Sabías que la catedral de Culiacán era un panteón? Aún hay cuerpos enterrados

La Catedral de Culiacán junto a la plazuela Obregón no solo son unos iconos de la ciudad, sino que también albergan mucha historia, ¿sabías que alguna vez en esa zona hubo un panteón?

Mario Alvarado, cronista de Culiacán compartió a TV Azteca un poco de la historia que albergan estos sitios y su relación con el panteón más antiguo de la ciudad; el Panteón San Juan.

“Aquí en el panteón San Juan hay muchas tumbas, pero sin duda la más antigua, o al menos de la que tenemos registro, es la del Gobernador Don Rafael De la Vega, que fue considerado benemérito de aquí de la región. Esta es la tumba más significativa, más antigua con la que se cuenta en el panteón. Claro que hubo gente que falleció antes, pero no hay rastro, algunas de las tumbas no tienen placa”, contó Mario a TV Azteca.

Además, platicó que en 1850 asoló a la región una epidemia, la cual acabó con muchísima gente que enterraban solamente envuelta en cal y sal, para que no se contaminaran los cuerpos fallecidos. Fue así como se perdieron los nombres de todos los muertos de aquella época.

“De hecho, muchos de esos muertos fueron enterrados en el otro panteón, el panteón viejo que llaman Panteón de los pobres. A este panteón se le conoció como el panteón de los ricos, y bueno, la historia de este panteón es muy muy grande, porque en ella reposan grandes personajes de la historia de Culiacán y de Sinaloa”, informó Mario Alvarado.

Muchos de los cuerpos que están en el Panteón San Juan antes estaban en lo que se conocía como la Iglesia Vieja, lo que viene siendo la Plazuela Obregón, en la catedral de Culiacán. Ahí estaban algunos cuerpos que se llevaron al Panteón San Juan, aunque algunos permanecen en la conocida Catedral.

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“Cuando se mandó a construir la iglesia por Don Lázaro de la Garza y Ballesteros, se tumbó la vieja iglesia y se tuvieron que exhumar los cuerpos y esos fueron trasladados al Panteón de San Juan, pero no fue posible exhumar a todos porque en ese entonces Culiacán ya tenía más de 300 años, por lo cual quedan algunos restos por ahí.”

Además, el cronista añadió que, si pasas por el lado derecho de Catedral, conocido como el pasillo de los boleros, se siente más fresco que el resto de la plazuela, y esto es debido a la vibra que desprenden esos cuerpos, según las palabras de Mario Alvarado.

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Este Día de Muertos, los culichis acudieron desde muy temprano al Panteón San Juan Nepomuceno en el Centro de Culiacán, a unos metros del conocido Mercadito Rafael Buelna, para visitar a sus fieles difuntos a quienes no olvidan, aunque pasen los años.

Mario Alvarado, cronista de Culiacán, platicó sobre cuál es la tumba más antigua del Panteón San Juan, así como algunos detalles de por qué se perdieron muchos nombres importantes del siglo XVIII. Además, se trata de un panteón que tiene tumbas de personajes famosos y antiguos de Culiacán.