Para los sueños y las metas no hay edad, solamente se necesita dedicación, ganas de salir adelante, valor y, sobre todo, amor a lo que haces.
Con tan solo 9 años, Camila Monserrat ha logrado lo que muchos desean alcanzar en una etapa más avanzada de la vida, que es emprender su propio negocio.
La historia de Camila comenzó a los 8 años de edad, cuando inició su primer negocio de vender gomitas, con el cual se dio la idea de que quería salir adelante. Un proyecto de la escuela fue uno de los motivos para desarrollar otra idea, que hasta el momento desea que siga creciendo.
“Desde que yo tenía ocho años, a mí me empezó a gustar emprender, me empezó a gustar ofrecer algo a la gente, mi primer emprendimiento fue de golosinas”, dijo la pequeña emprendedora.

Inspirada por su amor a la naturaleza y el descubrir de nuevas cosas, Camila inició su actual negocio, que consiste en vender plantas que sus papás tenían en casa.
“Pues me gusta mucho la naturaleza, y pues yo aproveché, y como mi papá no sabía qué hacer con tanta, yo le dije ‘vamos a vender’, y empezamos a reciclar y ya las pusimos a vender afuera de mi casa”, explicó Camila.

Su negocio de macetas nació de un proyecto escolar que le dejaron el año pasado, el cual empezó a tomar forma en septiembre del 2024, en un momento en que la inseguridad se hacía presente en Sinaloa.
“Como empezó la inseguridad en la ciudad de Culiacán, Sinaloa, no podía ir mucho a vender porque había mucho riesgo”, dijo.
Frente a este desafío, Camila y sus padres buscaron formas creativas para salir adelante, encontrando en las plantas una esperanza y crecimiento.
Con dedicación, valor y, sobre todo, amor por lo que hace, Camila ha demostrado que los sueños se hacen realidad, teniendo presente que no hay límites para lo que se puede llegar a lograr, sin importar la edad que se tenga.
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