Hoy les contamos la historia de un verdadero campeón. Humberto Pérez, un destacado gimnasta que brilló en el escenario nacional, ha enfrentado la adversidad con gran fortaleza. Su vida dio un giro inesperado cuando le diagnosticaron leucemia mieloide aguda.
“Cuando me dieron el diagnóstico me acerqué a grupos de apoyo, a conocer personas que estaban en la misma situación que yo, y más que estar enojado porque me enfermé, he aprendido a preguntarme ‘¿por qué yo? ¿para qué me mandó Dios esta experiencia?’”, contó.
Tras meses de tratamiento y con el apoyo de su familia y amigos, Humberto logró recuperarse, sin saber lo que el futuro le deparaba.
“Se me practicó un trasplante de médula ósea, ya que en ese momento me dijeron los doctores que era mi único chance, donde mi hermana fue mi donadora. Fue exitoso y después de dos años siete meses, aproximadamente, tengo una recaída, que quiere decir que la leucemia regresó, aunque me hayan hecho el trasplante”.
Humberto enfrenta nuevamente la batalla, y utiliza su experiencia en el deporte para seguir adelante.
“Yo siento que me estoy preparando para una competencia, día a día, ya no me preocupo por el futuro, me preocupo por el mañana, que esté bien, si yo me levanto bien. Me preparo y a lo que sigue”, expresó.
En el gimnasio, Humberto se preparaba para competir. Hoy toma la fortaleza y se prepara para competir contra la leucemia. La esperanza sigue presente derivado de un procedimiento, como lo es la donación de médula espinal.
“Las células se pueden donar, ya sea de la sangre que corre por nuestras venas, de la sangre periférica, o de las células directamente de la médula ósea a través de punciones en la cadera. Este procedimiento tiene mínimo riesgo para los donadores”, explicó Andrés Gómez, hematólogo.
Actualmente podemos registrarnos en una base de datos en internet para ser donadores de médula ósea, que es un procedimiento similar a donar sangre y así poder salvar vidas.
“Entre más mexicanos estemos en este registro, de candidatos a donación de células madre de la médula ósea, más trasplantes vamos a hacer y más fácil va a ser para que los pacientes puedan obtener una esperanza de curación”, añadió Gómez.
Salvador conoce a Humberto desde hace más de 30 años, y además de apoyarlo en la gimnasia, ha estado con él, en este proceso.
“La situación en la que uno debe ponerse como amigo es: acompañar los avances, informarse del tema, platicar el tema con la persona para enterarte de primera mano qué es lo que está experimentando con la situación y estar ahí presente”, dijo Salvador.
Su disciplina en la gimnasia, su valentía y determinación, le han ayudado en esta lucha.
“En la gimnasia te caes una y otra, y otra y otra vez del aparato, y te sigues subiendo hasta que te sale”, dijo Humberto.
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